viernes, 2 de noviembre de 2012

La honestidad, esa desaparecida en la sociedad

Por regla general, entendemos que realizar un acto de honestidad nos dignifica, pero sin embargo, muy pocas personas la practican en su vida cotidiana... curioso, ¿verdad?

Podríamos decir que la honestidad es aquello que nos hace actuar dentro de unos límites éticos y morales que nosotros mismos situamos. Un ejemplo claro de honestidad sería devolver una cartera llena de dinero que has encontrado por la calle.

"¡Eres tonto!" "¡Estás loco!", es lo que tiende a decir  mucha gente cuando le cuentas lo que has hecho. ¿Y cómo repercute eso en nosotros? Decidimos que la próxima vez que suceda, haremos lo contrario para evitar los prejuicios de la gente.

Esto hace que la sociedad se haya introducido en una espiral de egoísmo, egocentrismo, y muchas más cosas enfocadas en el "yo". ¿Desde cuando somos capaces de comportarnos así? Desde que la sociedad nos corrompe. Porque las personas no nacemos ni egoístas, ni buenas, ni malas, y sin embargo, nos convertimos en tales personas.

Yo tengo algo claro: no debemos permitir que la sociedad nos moldee a su gusto. Debemos mostrar una personalidad fuerte y mostrarnos ajenos a las críticas; debemos ser como nosotros queramos ser, y no como quieran los demás que seamos. Uno debe ser líder de sus propios actos y decisiones.