miércoles, 4 de febrero de 2015

Pablito clavó un clavito

Hay que ver, vaya revuelo que puede montar un nuevo escenario político. Y lo temerosos que pueden ser muchos ciudadanos a pesar de haber vivido una depresión económica digna de medalla a quienes la sufren con fuerza (que son muchos más de los que desearíamos).


De momento no tengo intención de votar a Podemos. Lo remarco por lo que voy a decir ahora: aunque ganasen, dudo que lo pueda hacer peor que el actual gobierno. Pablo Iglesias no es el coco, ni ETA. Su partido aplicará un modelo socialdemócrata (similar al PSOE), dejen de decir sandeces sobre comunismo, si ni siquiera el Partido Comunista de España es marxista-leninista. No creo que sus dirigentes fuesen tan malvados si antes de Mayo de 2014 solamente les conocíamos los cuatro gatos que vemos tertulias políticas.  

¿Por qué no votarles si digo todo eso? Porque me gustan más otros partidos y otros políticos, sin más. Pero no hace falta satanizar a Podemos para votar otro partido. Sinceramente, les prefiero antes que a un PP austericida o un PSOE sin rumbo. Por eso comprendo a quienes han alzado a Podemos como el tercero en discordia. Los votantes no son enemigos, ellos son fieles a quienes luchan por sus intereses. Y un PP o un PSOE que se olvida de sus ciudadanos acaba saliendo perjudicado.  

Aquí solo digo verdades, no me paga ningún partido como a Libertad Digital ni me compran la opinión con publicidad como a todos los grandes periódicos de España. Hoy es dificil transmitir verdades cuando las élites te quieren callado.

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